¿Haces Talleres o Cursos?

En este artículo, quiero compartir contigo una reflexión sobre algo que puede parecer una diferencia sin importancia y, sin embargo, es crucial para el resultado en términos de aprendizaje (el verdadero valor aportado por los formadores), y de resultados para tu proyecto como formador.

La diferencia puede ser sutil, a la vez que definitiva. Voy a exponer, desde mi punto de vista, cuáles son las características diferenciales de un Curso y un Taller:

¿Haces Talleres o Cursos?
En un Curso…

  • El formador es el protagonista del proceso formativo. Es un profesor. Acapara la mayor parte del tiempo. En algunos casos puede llegar al 99%, y porque hubo un valiente que lanzó una pregunta… Se le presume sabiduría y experiencia para poder trasladarla.
  • El formando es el sujeto pasivo del proceso. Es un alumno. Gente que viene a aprender del profesor. Con estar presente y escuchar, estaría cumpliendo con su rol. El interés por el aprendizaje se presume y raramente se valida o estimula.
  • La didáctica tiende a ser la “Lección Magistral“. Es una disertación o discurso sobre un tema, más o menos ordenado y secuencial. En muchos casos se podría hasta leer (y de hecho se hace), bien de unos apuntes desde la mesa del profesor (sistema clásico todavía presente por desgracia en muchos docentes escolares y universitarios), o bien de una presentación en Power Point leyendo desde la pantalla (estos últimos abrazando la modernidad digital del ordenador y el cañón-proyector).
  • La interacción formador-formando tiende a ser mínima. La comunicación es unidireccional, salvo en el caso de preguntas de una u otra parte. En algunos casos, hasta las preguntas se pueden llegar a considerar interrupciones de la labor formativa.
  • El foco está en la transmisión de conocimiento. Lo que se entrega a los alumnos son conceptos (qué), metodología o modelos (cómo) y herramientas (a través de qué). La teoría.

¿Haces Talleres o Cursos?
En un Taller…

  • El formador está al servicio del proceso formativo. Es un facilitador. Su labor es la de generar las condiciones y los procesos para que haya aprendizaje real. Alterna momentos de protagonismo pleno (explicaciones…) con momentos de estar al margen (mientras el grupo trabaja). Su legitimidad para ser formador no viene tanto de su sabiduría y experiencia en la materia -que lógicamente es importante-, sino de la maestría para dirigir al grupo y facilitar su aprendizaje: experto en hacer aprender.
  • El formando es el auténtico protagonista activo del proceso. Es un participante. Gente que va a obtener un aprendizaje. Aquí no vale con estar presente y escuchar; aquí se necesita que esté al 100% activo y comprometido con su propio proceso de aprendizaje. Para lo cuál, la disposición y el interés por el aprendizaje no se puede presumir, sino que se tiene que estimular y poner en el primer lugar de los objetivos a alcanzar. Sin participación no es posible un taller. Ellos, los participantes, lo hacen posible.
  • La didáctica tiende a ser la “Formación Experiencial o Vivencial“. Es una forma de aprendizaje basada en la vivencia de una experiencia propuesta por el facilitador (ejercicio, dinámica, juego, caso, juego de rol…), en la que el participante explora sus propias habilidades y conocimientos para realizarla, bien de forma individual o en grupos, enfrentándose a las dificultades, aplicando recursos que ya trae, tomando conciencia de sus “no sé o no puedo” y de sus “sí sé o sí puedo”.La dinámica o experiencia no es el fin, sino el medio para extraer aprendizaje:

  1. compartir la vivencia,
  2. observar diferencias y similitudes en los resultados y en los procesos para llegar a ellos,
  3. reflejar buenas prácticas y áreas de mejora y oportunidades para el aprendizaje,
  4. incorporar el conocimiento en la vivencia,
  5. trazar puentes con el día a día del participante para detectar posibles aplicaciones de éxito, y
  6. configurar un plan de acción para que esto ocurra.
  • La interacción formador-formando es lo habitual, y también formando-formando. La comunicación es multidireccional, se provoca y se busca, como forma de generar contexto para el aprendizaje. Todos deben participar: opinando, reflexionando, evaluando, jugando…
  • El foco está en la traslación del aprendizaje a la vida real (transferencia del aula al día a día). Se toma conciencia de lo que se sabe y de lo que no, de qué utilidad pueden tener los diferentes conceptos, estrategias y herramientas descubiertos, y se desarrolla un plan de acción para garantizar que se incorporen como nuevas prácticas. Se integra el saber, el saber hacer y el querer hacer.

Y tú, ¿qué haces…? ¿Haces Talleres o Cursos? ¿qué resultados obtienes…?

Te invito a que hagas tu reflexión, sobre qué tipo de formación entregas:

  • Tu nivel de protagonismo y el de ellos…
  • El rol que adoptáis tú y ellos…
  • La didáctica predominante…
  • El grado de interacción en la comunicación (unidireccional, bidireccional o multidireccional…)
  • El foco y para qué del proceso formativo…
Es mucho lo que te juegas con la elección consciente entre un modelo y otro. En términos de aprendizaje real, de posibilidades de aplicación, de recuerdo de la formación, de disfrute y, por supuesto, de futuras recompras, de diferenciarte como formador y ser un aliado eficaz para el cambio de tus clientes y alumnos.

Y eso, hoy por hoy, es lo que más se demanda tanto por parte de los alumnos, como por parte de las empresas. Y puede estar la diferencia entre ser Uno Más y quedarte paulatinamente sin clientes y sin alumnos, o ser el UNO QUE MÁS, fidelizando a clientes y alumnos y obteniendo éxito, renombre y abundancia económica.

Te invito a que compartas en los comentarios tus propias experiencias de éxito en lograr aprendizaje duradero y aplicado y, por qué no, los aprendizajes propios cuando esto no ha ocurrido. ¡Podemos aprender mucho unos de otros! Al fin y al cabo o hay éxito o hay aprendizaje 😉

Espero que te haya gustado este artículo, te haya resultado inspirador y motivador para tu labor del día a día, y que uses los nuevos aprendizajes desde ya mismo. ¡Verás qué buenos resultados da!

¿Haces Talleres o Cursos?


Y si te ha gustado, te agradeceré que lo compartas y que pulses sobre el botón “Me Gusta”, así me das feedback y te iré conociendo mejor en tus gustos, y yo seguiré aprendiendo… Y desde luego, estaré encantado de recibir tus comentarios, bien a través de los comentarios de este artículo, o bien a través de la página de Facebook de Formación Para Formadores
Hasta la próxima. Un gran abrazo,

Miguel Ángel Romero
Fundador y Director de FormacionParaFormadores.com

Otra Formación Es Posible.
¡Y Tú Puedes Ser Protagonista!


Formación de Formadores

Si te ha gustado, ¡Compártelo!

1 Comment

Leave A Response

* Denotes Required Field