El Sistema Educativo

¿La Educación Está Prohibida?

Hoy en día, en los países desarrollados, casi todos hemos pasado de una forma u otra por el sistema educativo correspondiente a nuestro país o región. Como formador, puede que estés involucrado directamente en la formación reglada académica (escuela, instituto o universidad), en la formación continua para trabajadores, o en la formación abierta a diferentes públicos y objetivos… Hoy quiero plantearte una reflexión sobre el modelo educativo en el que nos hemos criado y sus repercusiones.

Breve Historia Del Sistema Educativo En Occidente

Lo de ir al “cole” cinco días por semana, es de anteayer si lo ponemos en contexto con la historia de la humanidad. La Escuela como hoy la conocemos, pública, gratuita y obligatoria, se inventó en un momento concreto de la historia.

Antes la educación estaba en manos de las familias y los clanes o grupos ampliados. Los niños y niñas aprendían viviendo e imitando las conductas de sus mayores, absorbiendo los valores y principios junto con las destrezas necesarias para su supervivencia y desarrollo. La educación quedaba marcada por el origen o casta y tipo de sociedad: recolectora, agrícola o ganadera, urbana-artesana, guerreros o sacerdotes. Así, los niños aprendían lo necesario para el desarrollo de su rol en la sociedad.

En la Grecia clásica, tenemos dos ejemplos de educación contrapuesta:

Atenas, con las Academias de Platón, espacios de conversación, reflexión y experimentación libre. La instrucción obligatoria era cosa de esclavos.
Esparta, educación dirigida por el Estado, obligatoria, de carácter militar. Condicionamiento a través del castigo, el dolor y es sufrimiento. Quienes no alcanzaban los niveles exigidos eran sencillamente eliminados.

Ya en la Roma clásica aparecieron los conceptos de educación elemental, secundaria y superior. No era para todos y por supuesto era de pago. Ya aparece el concepto de aula, pupitre, horario y calendario escolar. ¡Descansaban un día de cada nueve! Estaba centrada en la lectura, escritura y cálculo en el nivel elemental, y en la gramática, filosofía y oratoria en los niveles superiores.

Durante la Edad Media, la educación queda en manos de la Iglesia Católica -con un sesgo claro en cuanto a la formación en la fe- y se restringe casi a la alfabetización y tan sólo de una parte de la población. En las ciudades se complementa con la formación gremial en oficios. Reaparece la formación superior organizada en universidades de corte tomista. Hay más vocación de mantener al pueblo ignorante que de alfabetizarlo.

En el Renacimiento, se reconecta con el saber de la antigüedad, se da más importancia a las artes y al libre pensamiento, al humanismo, dentro de una etapa de grandes cambios: los grandes viajes y descubrimientos, la reforma protestante y la contra reforma… Si bien la educación sigue siendo un tema elitista, cerrado a las clases dirigentes y adineradas. Se desarrollan las universidades por América y se produce un mestizaje del saber con oriente. La educación sigue teniendo un marcado carácter religioso, utilizado para vincular al pueblo a un bando u otro de las luchas entre católicos y protestantes.

En la Ilustración se va a producir la “invención” de la escuela moderna. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, en Prusia se crea el primer modelo de Escuela Moderna, dentro del Despotismo Ilustrado y como reacción a las ideas revolucionarias de la vecina Francia. Se introducen tres conceptos claves que conforman el sistema educativo hoy en día. La escuela debía ser: Pública, Gratuita y Obligatoria. Con la finalidad de adoctrinar a los ciudadanos en la visión del mundo que tenían estos soberanos absolutistas y prevenir formas de pensar potencialmente peligrosas.

Durante la Revolución Industrial este sistema se perfecciona y se incluyen los conceptos de producción en cadena (vas pasando de curso a curso con etapas marcadas y supervisores del proceso), la estandarización (todos tienen que estudiar lo mismo), producción masiva (muchos alumnos con los menores recursos posibles)… y hasta la arquitectura de las escuelas se asimila a la de las fábricas y cárceles, incluyendo las normas de disciplina severas: premio y castigo, horarios a golpe de sirena, autoridad… La finalidad es preparar trabajadores capacitados y dóciles -útiles al sistema-. Son modelos orientados al “programa” más que al aprendizaje. Los que no siguen el programa quedan fuera del sistema.

Y así hasta nuestros días, donde de forma más o menos cercana al modelo prusiano y con algunas honrosas excepciones, seguimos con un modelo de escuela similar. Y así sigue siendo un elemento de manipulación y adoctrinamiento, por cuyo dominio se pegan nuestros políticos, buscando más reforzar el control que la libre expresión, la uniformidad que el entendimiento de la diferencia como una oportunidad enriquecedora.

Algunas Reflexiones Sobre El Sistema Educativo…

¿Es eficaz?

Los datos en España, demuestran a 2011 que el 28% de los estudiantes abandona antes de acabar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En la OCDE es del 18%…
Se estudian los mismos conceptos muchas veces y se olvidan muchas más…
Después de estudiar “Inglés” durante 10 o 13 años somos incapaces de ver una película en inglés o mantener una conversación casual con un nativo…
Un alumno de 18 años no tiene nociones financieras básicas, cómo hacer un contrato laboral o de arrendamiento, asignaturas vitales de suma importancia…

¿Facilita realmente el éxito en la vida de los estudiantes? ¿Se ocupa de aspectos clave como la autoestima o la creatividad? ¿Son otros los fines perseguidos como adoctrinarnos y hacernos “socialmente integrados”?

¿Es eficiente?

Un alumno español para cursar la educación obligatoria (Primaria y Secundaria) pasará desde los 6 hasta los 16 años al menos escolarizado: 10 años, 1.750 días lectivos, unas 10.500 horas…
Después de ese tiempo todavía tiene que ir a casa y hacer una media de dos horas y media de deberes diarios: otras 4.375 horas.

¿Está justificado semejante esfuerzo para el aprendizaje obtenido? ¿O hay un componente de “aparca-niños”? ¿Fomenta las ganas de aprender, de auto formarse, de pensar y de desarrollar los talentos o una vocación?

La inmensa mayoría de los niños al despertar un lunes para ir al colegio dirá: “¡Uf, otra vez al cole!”
La inmensa mayoría de los docentes al despertar un lunes para ir al colegio dirá: “¡Uf, otra vez al cole!”
Siendo el lugar donde más tiempo pasan, genera muy pocas conversaciones sobre lo que han aprendido o lo que les ha llamado la atención.
El porcentaje de lectores habituales en España es del 28,6%

Teniendo en cuenta que el saber es cada día más obsolescente, que la mera información está disponible en Internet en su mayor parte, ¿no será más importante prepararles para que puedan seguir aprendiendo? ¿Para que se puedan adaptar a los cambios más y mejor? ¿Para que puedan desarrollar una vida profesional y personal desde sus talentos y vocación personal? ¿Disfrutar aprendiendo y aprender disfrutando debería ser el lema del sistema educativo?

¿Entonces…?

Podemos quedarnos resignados o podemos actuar. Yo prefiero esta segunda vía, porque nos va mucho en nuestro modelo educativo: la educación de hoy constituye el límite de nuestro mañana. Y podemos hacer cosas, como formadores, como padres y madres, como ciudadanos…

Como formadores y docentes:

apostando por la excelencia en nuestra profesión y modelo formativo
alejándonos de los modelos de “clases” para pasar a modelos de experimentación y aprendizaje vivencial
reinventándonos para estar al servicio de nuestros formandos y alumnos
siendo ejemplo de aprendedores entusiastas y contagiando a alumnos y colegas
apoyando el desarrollo integral, el aprendizaje eficaz y eficiente, y el disfrute en el proceso.

Como padres y madres:

involucrándonos en la educación, participando activamente en los centros escolares,
tomando conciencia de qué hacen nuestros hijos en la escuela
siendo un elemento activo que ayude a encuadrar el proceso de aprendizaje desde el disfrute
apoyando y felicitando a aquellos excelentes profesionales que dan la talla
exigiendo la calidad docente a los que no.

Como ciudadanos:

tomando interés en el tema e informándonos
orientando a nuestros representantes hacia la construcción de un nuevo modelo educativo más eficaz, eficiente y humano.
participando en redes sociales y medios de comunicación para generar corrientes de opinión alternativas.

Un comentario obligado por mi parte. No es una crítica a los profesionales de la educación. Son los primeros que “sufren” el sistema. Son parte de él y también son parte de la solución. Por supuesto que de sus manos dependen muchas cosas cotidianas y por eso agradezco a todos los docentes a los que he confiado a mis cuatro hijas en estos años. GRACIAS, por vuestros desvelos, por esforzarse en ayudarles a aprender disfrutando y disfrutar aprendiendo.

La solución la tenemos que dar entre todos. La educación de nuestros niños y jóvenes no puede ser una decisión de abandono por nuestra parte. Es nuestro futuro.

Para mí es un tema fundamental al que tal vez no le había dado un momento de reflexión porque tendemos a dar por hecho e inmodificable el modelo. A mí me ha ayudado un magnífico documental fruto del trabajo y el talento de muchos educadores: “La Educación Prohibida”. Es largo – más de dos horas-, pero mucho menos que una vida en la escuela sin resultados. Te lo recomiendo. ¡Muy interesante!

Contra lo anacrónico del modelo actual (dogmático, poco participativo, ineficaz, ineficiente…), han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. “La Educación Prohibida” es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional. Espero que para ti también sea fuente de inspiración.

Espero que te haya gustado este artículo, te haya resultado inspirador y motivador para tu labor del día a día, y que uses los nuevos aprendizajes desde ya mismo. ¡Verás qué buenos resultados da!