En un artículo anterior - Cuando acaba un taller, ¿dices adiós o hasta pronto? - desarrollaba diversas acciones que podemos emprender como formadores para que el final de un taller o curso, no sea el final, sino el principio de una relación. Estrategias para generar comunidad.
Contaba algunas sencillas medidas que pueden contribuir decisivamente a ello y que se pueden dividir en tres áreas de acción:
- Ofrecer más valor para después del taller, curso o presentación
- Preguntar para saber más de ellos, de su valoración de la experiencia…
- Atreverse a pedirles lo que quieres y necesitas de ellos.
Y prometí que iría desarrollando estas herramientas de forma más concreta y con consejos para sacarles todo el partido. En un artículo anterior, “Cómo crear un plan de acción“, comenzábamos a desarrollar las acciones dentro del capítulo de ofrecer más valor para después del taller.
Hoy continuamos con un Buen Manual…
Cómo Construir Un Buen Manual De Apoyo Para Tus Formaciones (I)
Cómo aportar la información relevante en un taller: los nuevos manuales.
Hace ya algunos años era muy común que los manuales de los cursos fueran en formato texto. En la primera consultora por la que pasé, todavía estaban escritos a máquina, se guardaban como incunables y se fotocopiaban para entregar las copias a los alumnos. Los gráficos, o eran fotocopias de libros, o directamente estaban dibujados a mano… No hablo del Pleistoceno, pero casi. Era tan sólo 1995…
Esto ha ido evolucionando gracias a los editores de texto, a los gráficos por ordenador, pero creo que de forma generalizada, estos manuales siguen abundando en lecturas de contenido con las que se pretende que el alumno tenga una sólida base documental de consulta para después del curso.
¿Tiene sentido esto ahora? Yo creo que no, veamos porqué:
- Ahora mismo, casi todo el conocimiento humano está disponible de una forma u otra en la red de redes. Tecleas lo que quieres saber en el omnisciente google y aparece.
- El conocimiento como tal, cada día es más obsolescente. Se renueva continuamente, por lo que volver a revisar textos en un manual va cayendo en desuso.
- Vamos ganando el hábito de consultar en la pantalla información concreta y a la medida de la búsqueda del momento.
- Se va imponiendo la cultura audio-visual sobre la lectora.
Así, yo al menos me he ido decantando por unos manuales cada vez más libres de contenido y lecturas -suponían un montón de hojas que en la mayoría de los casos los alumnos no leían-, y me he centrado en ofrecer un material que realmente sirva para apoyar el proceso de aprendizaje. Lo que voy a exponer es mi propia experiencia y es un resumen de las mejores prácticas que más y mejor me funcionan.
Pongamos la mirada en el “cliente” de estos manuales o materiales complementarios.
- ¿Qué necesita?
- ¿Para qué lo quiere?
- ¿Qué es lo que más valora?
He tenido bastantes conversaciones al respecto con grupos de alumnos para saber qué es lo que les resulta útil y qué valoran más de los materiales de apoyo en un programa formativo. Y de ahí vienen mis conclusiones que son las que constituyen la base de los materiales que hoy entrego.
Para empezar, he roto el paradigma de que los manuales se entregan en el taller o curso. ¿Por qué no empezar antes? ¿Por qué no continuar después? ¿Y qué dejo para el “durante”?
Un “manual” debiera ser una herramienta que facilite el aprendizaje antes, durante y después del taller
En la próxima entrega, aportaré qué tipo de materiales entrego yo para crear “Un Buen Manual”, qué contenidos, en qué secuencia… Mientras tanto, algunas preguntas para tu reflexión…
¿Y Tú?
¿Qué tipo de manuales te han sido más útiles?
¿Cuáles usas ahora?
¿Cómo son valorados por tus alumnos y participantes?
¿Podrías compartir algún “secreto”…?
Te recomiendo el siguiente artículo: Cómo Construir Un Buen Manual De Apoyo Para Tus Formaciones (II)
Espero que te haya gustado este artículo, te haya resultado inspirador y motivador para tu labor del día a día, y que uses los nuevos aprendizajes desde ya mismo. ¡Verás qué buenos resultados da!
Cómo Construir Un Buen Manual De Apoyo Para Tus Formaciones (I)
Y si te ha gustado, te agradeceré que lo compartas y que pulses sobre el botón “Me Gusta”, así me das feedback y te iré conociendo mejor en tus gustos, y yo seguiré aprendiendo… Y desde luego, estaré encantado de recibir tus comentarios, bien a través de los comentarios de este artículo, o bien a través de la página de Facebook de Formación Para Formadores.
Hasta la próxima. Un gran abrazo,
Miguel Ángel Romero
Fundador y Director de FormacionParaFormadores.com
Otra Formación Es Posible.
¡Y Tú Puedes Ser Protagonista!
4 Comments
Josep Maria Roig Guitart
Cada alumno elimina lo que no lo interesa.
Josep Sanvisens
Gracias Miguel Ángel.
Mi experiencia es que el material escrito recibido en carpetas lo he consultado muy poco, o nada, después de hacer un curso de formación y hablo de años atrás cuando no tenia acceso a las tecnologías modernas. Sin embargo he sentido curiosidad por comprar un libro o un CD o una revista o hacer un nuevo curso etc. Como creyendo que habría algo nuevo y mejor, como un secreto o atajo para conseguir éxitos rápidamente y fácilmente, a pesar de ser muy consciente y saber que el éxito antes del trabajo solo se encuentra en el diccionario y nunca en la realidad.
Lola García
Genial iniciativa la de mostrarnos cómo hacer el manual del alumnos. Gracias Miguel Ángel.
Yo creo que las personas que asisten a un taller, a un seminario, a un curso, sí necesitan después una guía para poner en marcha lo que han aprendido. Internet y las nuevas tecnologías hacen más fácil el tener actualizados esos contenidos que van a necesitar para aplicar lo aprendido, hacer seguimiento de las dificultades que puedan tener, etc., y aunque no se lo entregues en papel, sí es necesario entregarles material para que logren el objetivo.
Yo pienso que, aunque en internet se puede encontrar casi de todo, hay que ayudar al participante de una formación a discriminar “el trigo de la paja”, ya que no todo lo que está en internet es válido, actual y útil, además de ahorrarles el tiempo de tener que buscarlo.
Espero con interés las siguientes partes 🙂
[…] de cómo facilitar la transición del aula al día a día del participante; en el segundo “Cómo construir un buen manual de apoyo para tus formaciones (I)”, hacíamos algunas reflexiones sobre el sentido y el para qué de los manuales en el proceso de […]
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