Los 7 Pecados Capitales Del Formador (I): La Lujuria

Los 7 Pecados Capitales Del Formador (I): La Lujuria

Me he tomado la licencia de usar esta clasificación tan popular de los 7 “pecados capitales” revitalizados por la película Seven, para revisar algunos errores o vicios presentes en la labor del formador que, por sus efectos, pueden tener importancia capital, tanto para el aprendizaje real de nuestros alumnos, como para nuestro crecimiento y desarrollo como profesionales y de nuestros negocios.

Sirvan pues como herramienta de reflexión sobre lo que he hecho y estoy haciendo actualmente y como alerta para no cometerlos.

En este primer artículo, vamos a hablar de…

La Lujuria

Empezar con éste ha sido todo un reto. ¿Qué tendrá que ver la lujuria con los formadores? Y no quiero meterme en casos de acoso o seducción real, que ese no es un pecado capital del formador, sino un delito castigado por el Código Penal.
En una de sus acepciones, la lujuria, tiene que ver con el ansia de dominio, de explotación o manipulación de otros: la obsesión con el dominio. Y, desde aquí, sí he encontrado material para la reflexión.

Los 7 Pecados Capitales Del Formador (I): La Lujuria

Caemos en el “pecado de la lujuria” como formadores cuando…

  • Buscamos imponer nuestro punto de vista al otro, sin poner en primer plano su legítimo interés
  • Presionamos a un alumno para que se integre en la “secta” de la que soy cabecilla, que sólo yo soy la verdad revelada, que no se acerque a otra doctrina, que se cierre a lo que no venga de mí, e incluso desacredito a terceros para poder mantener el poder sobre alguien, sin tener en cuenta los beneficios que pudiera obtener el alumno
  • Abusamos del poder de influencia que otorga la cátedra de formador para manipular e influir con malas artes
  • Rebajo y degrado al alumno en su auto estima para poder parecer más grande y poderoso, generando relaciones de dependencia

¿Qué otras formas de expresión de la lujuria, de la intención de dominación sobre el formando, el alumno, conoces? ¿Te apetece compartirlas?

Y desde ya me comprometo a poner toda mi atención en no caer en el “reverso oscuro” de la lujuria. Y os propongo que con la publicación próxima de los otros 6 Pecados Capitales del Formador, configuremos un código deontológico de prácticas a evitar por los formadores.

El próximo viernes tendrás en tu buzón la segunda entrega de “Los 7 Pecados Capitales Del Formador”. Nos “vemos” en…

Los 7 Pecados Capitales Del Formador (II): La Pereza

2. La Pereza

Espero que te haya gustado este artículo, te haya resultado inspirador y motivador para tu labor del día a día, y que uses los nuevos aprendizajes desde ya mismo. ¡Verás qué buenos resultados da!

Los 7 Pecados Capitales Del Formador (I): La Lujuria

Los 7 Pecados Capitales Del Formador (I): La Lujuria

1. La Lujuria

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Hasta la próxima. Un gran abrazo,

Miguel Ángel Romero
Fundador y Director de FormacionParaFormadores.com

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18 Comments

  • Betzy

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    Muy valiosa serie de herramientas (Los 7 pecados capitales) que nos estas aportando para una” Salud Formativa”, y según mi punto de vista primero tendríamos que limpiar bien nuestras áreas de estos 7, que nos estas aportando, para un nuevo empezar en nosotros mismos.
    Un rotulo en una gasolinera de Seattle dice:
    Gracias por aplicar la regla de “Oro”

    • Miguel Ángel Romero

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      Gracias Betzy por tu aportación. Me he quedado con las ganas de saber qué ponía en el rótulo de la gasolinera de Seattle. ¿Es una estrategia para captar la atención? 😉 Por favor, dínoslo…..

      • Betzy

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        No Miguel Ángel, no fue estrategia pero me has dado un tip gratis que podría ser usado ^_^
        El rotulo de la gasolinera en Seattle dice: UN MOTOR LIMPIO SIEMPRE GENERA PODER

  • Hola a tod@s,

    Miguel Ángel, siguiendo tu invitación y sugerencia, sobre aportar algo al interesante y a-pasionante debate que has abierto con lo de los 7 Pecados Capitales, escribo estas notas hoy:

    Lo primero, decir que la percepción de “7 Pecados Capitales”o, “7 Pasiones”, está condicionada cultural y tradicionalmente por la cultura judeo-cristiana que nos las ha “insuflado” durante muchas generaciones.

    Y que otro punto de vista muy distinto es el que nos ofrece el conocimiento del Enegrama,
    que solo para empezar, dice que son 9 y no 7 las pasiones. Pero no solo añade 2 a la lista, también difiere en las definiciones.

    Pero quizás lo más importante del debate que abres, no sean estas cuestiones mencionadas, sino el enfoque que el título induce. Me explico: Las 2 energías que nos mueven en la Vida son Huir del Dolor y Caminar hacia el Placer; se dice que el que mejor camina es quien utiliza esas 2 fuerzas en equilibrio. Si ponemos todo -o en exceso- el Foco de Atención Vital en evitar el Dolor –que es muy, pero que muy necesario-, estamos en peligro de retroalimentarlo. Para que ello no nos ocurra a los formadores, nos es muy conveniente que pongamos también el Foco de Atención Vital en las Virtudes, antídotos o medicina de las Pasiones. Ellas son la salida, la liberación y el faro hacia comportamientos profesionales y humanos de la más alta calidad:

    Y termino escribiendo aquí la lista de Pasiones ≠ Virtudes según el Eneagrama:

    IRA ≠ SERENIDAD
    SOBERBIA u ORGULLO ≠ HUMILDAD
    VANIDAD o FALSEDAD ≠ VERACIDAD, AUTENTICIDAD
    ENVIDIA ≠ ECUANIMIDAD
    AVARICIA ≠ DESAPEGO
    MIEDO o COBARDÍA ≠ VALENTÍA, CORAJE
    GULA ≠ SOBRIEDAD
    LUJURIA ≠ INOCENCIA
    PEREZA ≠ ACCIÓN JUSTA, ESENCIAL

    Espero que os parezca interesante y sobre todo fructífero.
    Un buen día para todos, gracias por vuestra atención y mis mejores deseos de salud.
    Abrazos,
    Ángel Cárcar

    • Miguel Ángel Romero

      Reply Reply

      Muchas gracias, Ángel. Una aportación muy valiosa e interesante.

      Realmente elegí los 7 Pecados Capitales por su universalidad, no tanto ya por temas religiosos sino por culturilla general e incluso, como decía, por la película “Seven”.

      Son una excusa para la reflexión. También entiendo que están las virtudes como antídotos de los pecados o vicios, como contrapunto energético y de dirección. De hecho, creo que es la otra reflexión que queda por hacer: las virtudes del formador.

      En cualquier caso, gracias por tu aportación. El objetivo es suscitar la reflexión, el debate. Un abrazo.

  • Ana Sagredo

    Reply Reply

    ¡Gracias Miguel Ángel! Me parece un paralelismo muy original y sugerente, este que has escogido. De hecho, me siento expectante respecto a como enfocarás el resto de los pecados capitales que restan. Aún es más, eso me recuerda que también había por ahí unas virtudes que, quizás, se puedan utilizar como posible enfoque para seguir jugando, reflexionando y creciendo.

    Por lo demás, comentarte que no hay nada que a mí me pueda resultar tan desacertado como manipular o pretender generar relaciones de dependencia entre aquellas personas que tienen a bien ofrecernos autoridad y confianza. Me parece incurrir en una incoherencia imperdonable, una auténtica fuente de descrédito. A mí me resulta más divertido y saludable animar a aquellos que nos escuchan al eclecticismo y, por supuesto, al respeto y la admiración por nuestros colegas. Todos tenemos algo que aportar y, lo que para mí es más importante si cabe, cada uno de nosotros lo hacemos a nuestra manera que, indiscutiblemente, llega mejor a unos interlocutores que a otros. Es una cuestión de sintonía.

    Lamento, no obstante, que no se me ocurra ninguna otra manera de lujuria que aportar. Confío que otra vez será.

    Un cordial saludo para todos y gracias de nuevo por tu esmero, Miguel Ángel.

  • Mario, desde mi punto de vista, la segunda acepción que das para lujuria, cuadra perfectamente con las que expone Miguel Ángel en su post. ¿No te lo parece?
    Por mi parte, nunca me han gustado los “gurús” o las corrientes de crecimiento que personal en las que “o estás con ellos (y solo con ellos) o estás contra ellos” Y eso me ha pasado con formaciones de todos los tipos y colores. No comparto el afán por mantener a otros solo en tus cursos de formación, porque hay tantos modelos posibles para explicarnos el mundo, tantas posibilidades de acercarnos al disfrute del presente, que por qué limitarnos a un camino? Me fío más de la gente que me recomienda a otros, además de sus propios cursos.
    ¡Gracias, Miguel Ángel!

  • Miguel Ángel, lo primero mi agradecimiento por compartir tu gran experiencia con tod@s nosotr@s!
    Me parece una idea genialmente saludable, lo planteas, y sin dudarlo, me sumo a tu propuesta, y por mi parte incluiría el “acoso” desmedido a clientes, ejercido en nombre de “ser persistentes” en la venta.
    Desde Sevilla, dónde me encantaría verte pronto!!
    Abrazos

  • Estimado Miguel, considero que es una herramienta útil la de estos popularmente conocidos pecados para analizar las conductas de nosotros, los capacitadores.

    Ahora, la acepción mencionada de la palabra lujuria, me sonó algo extraña respecto del concepto que tengo asociado a la misma, como no se hace mención a la fuente, recurrí a lo que considero la autoridad legítima dentro del idioma castellano en esa materia (más allá de su vigencia, o no) y me encuentro con lo siguiente que deberíamos analizar en términos estrictos:

    lujuria.
    (Del lat. luxurĭa).
    1. f. Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales.
    2. f. Exceso o demasía en algunas cosas.

    Miguel y el resto de los numerosos lectores, por supuesto que es legítimo discrepar, y lo acepto
    de buen grado.

    Atentamente.

    Mario Sixto González

    • Miguel Ángel Romero

      Reply Reply

      Muchas gracias, Mario. Tienes toda la razón. Yo suelo acudir al diccionario de la RAE para encontrar las diversas acepciones.

      En este caso, aun pudiendo conectar con la segunda “exceso o demasía en algunas cosas”, me he ido a una interpretación que he leído de Santo Tomás, y la he “forzado” para llegar a mi interpretación, con el único fin de promover la reflexión y el debate.

      Bienvenida tu aportación. Gracias y espero que sigamos compartiendo y aprendiendo juntos.

  • Felicidades por el artículo Miguel Ángel…

    Me parece una idea genial hacer un código deontológico de “buenas” prácticas para formadores… ¡Cuenta conmigo…!

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